Este es el único y verdadero camino espiritual existente: el Carpe Diem.
Carpe Diem significa la cosecha del día y es la traducción literal del latín. Cuando se hace referencia a carpe diem, hay que entender y comprender que el significado es vivir en este presente; en el aquí y el ahora. Hay que aprovechar estos momentos en los cuales nosotros estamos presentes. Alineen su pensamiento, sus emociones y su cuerpo a este presente. No hay nada más que exista que el aquí y el ahora. Es un ejercicio bastante difícil de realizar, y más si pretendemos sostener a esa condición. Sin embargo, es fundamental y necesario si queremos alcanzar esa vibración tan anhelada, buscada y deseada que es la del espíritu.
Vivir en el aquí y el ahora significa ni más ni menos, que estar conscientes y ser testigos de esta realidad que está a nuestro alrededor. Significa poder observar, escuchar, oler, sentir este momento único e irrepetible. Cuando estamos en esa vibración, ninguna entidad, demiurgo o condición negativa, tiene poder sobre nosotros. Si logramos sostener esta condición durante cierto tiempo, nuestra realidad empezará a cambiar y se irá transformando. Los rayos del espíritu empezarán a tornarse mucho más poderosos porque la mente empieza aquietarse, aligerarse, a ponerse mansa como las aguas de un lago y solo así, somos capaces de ver hasta el fondo.
Entonces el espíritu que esta al fondo, es capaz de irradiar su luz a través de esa agua quieta, y no de un agua tormentosa y tumultuosa como en la que generalmente nosotros estamos. Sean testigos busquen estar presentes a cada instante de su vida, no se dejen llevar por las preocupaciones, miedos, angustias o por toda esa emocionalidad que existe. Ese es el enemigo a vencer. Ese es el camino espiritual.
Por eso, si hemos de tener una religión que sea el de carpe diem y si hay un camino por recorrer, no es de ida sino de regreso. El camino del aquí y él ahora es este momento, sitio y lugar, y es mucho más simple de lo que creemos. El alma, se empieza a alinear con el cuerpo y después el cuerpo, alma y espíritu, comienzan a acercarse y a unificarse. Ese el verdadero abracadabra. Pienso lo que hago y digo lo que siento. Todo esto ocurre porque me encuentro en el aquí y el ahora y el espíritu refleja esa sabiduría y esa consciencia a través de mí.
Todo lo antes mencionado, es todo lo contrario a lo que te dice el sistema. Siempre te va a decir que tú debes de estar preocupado, pensando aquello que ha de venir. Porque si no hay preocupación ni pensamiento, te dice que estás perdido, eres un inconsciente, un loco y es justamente todo lo contrario. ¿Dónde hay mayor sabiduría? ¿En el niño que cuando se está quemando quita la mano o en el erudito que se está quemando? El erudito aquel que piensa, discierne y se hace preguntas, piensa que es el fuego, porque tanta temperatura, que le va a ocurrir a esa mano, y si sigue pensando, al cabo de un rato podrá darse cuenta que su mano está totalmente quemada. Estar en el aquí y ahora, es actuar de acuerdo a lo que va surgiendo, a lo que se va dando sin planificación.
Y es aquí donde desmentimos a todos los coaching, motivadores y a toda esta gente que está llevando directamente a las personas en el sentido opuesto al despertar. ¿Por qué nos tenemos que mover por motivaciones? ¿Cómo es eso? me dicen que debo visualizar lo que yo quiero, deseo, anhelo y voy buscándolo corriendo detrás de el hasta alcanzarlo. Cuando lo alcanzo, ya tengo que andar visualizando otra cosa y así sigue de forma indefinida. Yo me he preguntado ¿y cuando acaba eso? Nunca. Ese no es el despertar, ni el camino el espíritu. Es el camino del demiurgo, del demonio que rige este mundo, que nos tiene a todos nosotros completamente infectados y vampirizados.
Nosotros mismos hemos forjado todo un sistema, una sociedad corriendo detrás de condiciones y motivaciones en donde se supone que esta la felicidad y la gloria. No hay nada ahí. El hombre es uno de los principales responsables, mucho más que la mujer, a la cual se ha sumado por torpeza e idiotez y ha renunciado a sus principios para seguir este sistema que le es contrario a lo más profundo de ella.
¡Por favor mujeres rescátenos a nosotros los hombres! Ayúdenos a poner un freno a esta condición de competencia, lucha, desenfado total y absoluto por poseer.
No se trata de vivir en el futuro ni de estar en el pasado. Porque si estoy en el futuro estoy ansioso, y si traigo al pasado a este presente estoy depresivo. Nunca me encuentro en esta realidad que se llama presente y como su palabra lo dice, es un verdadero regalo. El regalo es el espíritu mismo. La consciencia se va incrementando, va sanando y limpiando muchas de las condiciones infectadas que tenemos a nivel interno y a nivel álmico, que es el primer bautismo.
El primer bautismo, es el del alma que es el bautismo en agua. El bautismo en agua es la limpieza de las emociones, la limpieza de toda esa visceralidad y actividad que nos perturba tremendamente, y que hace el alma se mantenga alejada del espíritu. Ese es el primer bautismo. No es mojarse la cabeza porque eso solo es simbólico. Después viene el bautismo en fuego, que es cuando el Espíritu Santo se hace uno con esa alma. Para que eso ocurra, el alma debe encontrarse en el centro, sin pendular, sin moverse al pasado o futuro con miedos, angustias, depresiones o tristezas. De esta forma el espíritu realiza el bautismo en fuego y se hace presente en tu vida. Se va sintiendo a medida que uno se va limpiando de las emociones, de todo aquello que lo hace oscilar y salirse a uno del centro. A medida que va obteniendo ese desarrollo y esa madurez, la energía en uno se va haciendo cada vez más intensa, y es como si se sintiera un fuego que se intensifica día con día.
¿Vamos entendiendo el carpe diem? Donde queda el dolor y la enfermedad va desapareciendo total y absolutamente porque, nosotros en esencia somos seres perfectos. Estamos hecho a imagen y semejanza de dios. ¿Cuándo nos va a entrar eso en la cabeza? ¿Cuándo vamos a dejar de sentirnos mediocres y poca cosa? Porque cuando nos sentimos así, estamos juzgando al Espíritu (a Dios para los religiosos). Eso que tú te dices a ti eso se lo estás diciendo a Dios. Esa es la verdad.
Como lo hemos dicho con anterioridad, Carpe Diem significa estar en el aquí y el ahora, con consciencia y desarrollando el crecimiento del espíritu. Todo se va dando y no necesito ninguna motivación para sentirme feliz, gozoso, confiado, completo, realizado. Cada mañana me levanto y así estoy de forma permanente y constante. No tengo miedo a la vida, porque la vida y el ser, la vida y el espíritu, es uno solo y todo está conectado.
La visión del alma es horizontal y cuando digo alma me refiero a la mente. Recuerden que el alma es pura mente, si la mente está completamente afectada, por esas turbulencias que permanentemente tenemos a través de las emociones y los pensamientos que la afectan. Por supuesto que su vida es completamente horizontal y va a vivir dolor y sufrimiento, como lo que estamos viviendo todos nosotros sin ningún lugar a dudas.
¿Recuerdan el viacrucis? Jesús iba cargando su cruz. Pero lo que realmente iba cargando era el palo que lo iba atravesando. No era la cruz completa, ya que eso después se le sumo. Les digo todo esto para que lo vayan viendo de una forma simbólica. Él iba con un palo atravesado y, ¿cómo fue esa viacrucis donde iba Jesús cargando esa tabla horizontal? dolorosa, de sufrimiento y humillación. ¿No es así? Para todas las personas y las almas que están atrapadas en la actividad mental, significa estar atrapados en el tiempo, porque el tiempo es la actividad de la mente. Eso es otra de las cosas muy profundas que a su debido tiempo la ciencia va a tener que llegar.
Entonces no hay posibilidades de resurgir ni de renacer, pero el alma va confiada avanzando porque si bien su visión todavía es horizontal, no deja de poner su atención en el Espíritu y se mantiene pasivo como Jesús. O ¿acaso Jesús iba llorando y gritando en el viacrucis? él iba serenamente manso. Había dolor y sufrimiento, pero él se ponía en una posición de testigo. Era capaz de aislarse de ese dolor y ese sufrimiento tanto, que no los sentía. Y no lo sentía porque se separó de su cuerpo físico.
Tenemos que aprender a separarnos lo más posible del alma, porque nosotros no somos el alma. Recuérdelo. El alma y el cuerpo mental que conforma el alma, es un vehículo. Regresando a la viacrucis de Jesús, él iba cargando su tabla horizontal que era muy pesada y dura, pero no se detuvo. Él continuó hasta que se encontró con la tabla vertical, y la verticalidad es la puerta estrecha también llamada Espíritu.
Cuando el espíritu y la mente se encuentran se produce la muerte del ego. No es la muerte de la verdadera persona, solo es la muerte del ego. ¿Y ahí termina todo? No, ahí comienza todo. Esa es la resurrección.
¿Vamos comprendiendo un poco más el simbolismo de la cruz? Es absolutamente alegórico de las enseñanzas más profundas y transformadoras. De hecho, aquí no importa la parte histórica, sino la enseñanza. Lo que importa es comprender y entender todo esto tan profundo. Que día con día lo vayamos leyendo, o año con año lo festejamos, como lo son las Pascuas y la Navidad, y ponemos el arbolito de luces que es el símbolo de ese despertar de nuestros centros espirituales. Cuando el espíritu se hace uno con el alma, se encienden todos nuestros centros y de ahí nace el Cristo en nosotros.
Todo es simbólico y está lleno de sabiduría. No hay mayores ciegos que aquellos que ven sin ver y ven sin ver, porque están llenos de esa implantación, de todo aquello que se nos ha sembrado de creencias, estructuras y limitaciones. Para ver y escuchar hay que estar en el carpe diem, en el aquí y el ahora. Ustedes podrán percibir de forma intuitiva, las enseñanzas de Jesús y de los grandes maestros. Detener la mente es el camino que todos nosotros tenemos que ir alcanzando para seguir avanzando. Si me pierdo en mis pensamientos, me regreso nuevamente y así sucesivamente.
A medida que va pasando el tiempo voy observando que cada vez me voy menos lejos, me encuentro mas cerca y es más fácil regresarme. Entonces las situaciones ya no me abruman y como no estoy planificando, estoy completamente viviendo en el aquí y en él ahora. Todo empieza a fluir, a darse y a sanarse. Probemos ese camino. Hagamos el esfuerzo y poco a poco lo iremos comprobando. Nos iremos maravillando y volveremos a ser como un niño.
¿Ustedes han visto a un niño preocupado por el futuro? no está preocupado porque vive y disfruta el momento, y está aprendiendo a dar sus primeros pasos y resulta maravilloso verlo crecer.
Los padre siempre se encuentran alrededor cuidando y atendiendo, pero nuestro Padre-Madre que es el espíritu, también nos va a estar cuidando y proveyendo. No va a permitir que nos suceda nada negativo y si hemos de poner nuestra fe y poder en algo o alguien, es en ese espíritu. Jamás lo pongan fuera de ustedes, ni en nada ni en nadie. Eso es muy importante porque si se encuentra fuera de ustedes, entonces no están en el carpe diem. El carpe diem es papá y mamá, es el espíritu que siempre se encuentra presente conmigo, en el aquí y el ahora. Estoy aprendiendo a caminar y el espíritu no me va a dejar caer.
¿Qué se recomienda para llegar a ese trabajo interior de forma práctica?
En primera instancia debo comprender algo que es fundamental.
Van a seguir existiendo miles de situaciones a nuestro alrededor y eso no lo vamos a poder cambiar, pero si nos podemos cambiar nosotros a nosotros mismos. La respiración consciente es una de las prácticas de la cual siempre debemos estar pendientes de practicar. Por lo menos en los momentos que recordemos que debemos de hacerlo. Si la mente se liga a la respiración, entonces no va a tener tanta facilidad de irse. Es verdad que a lo mucho lo podré sostener un minuto o dos, y se va a ir. Pero vuelvo a ejercer la práctica en cada momento que me acuerde. Si salen a caminar, están manejando o haciendo algo manual, por favor manténganse atentos a su respiración, es un ejercicio.
Otro ejercicio que recomiendo mucho es la mirada de sabio. Este consiste en poner una piedra o un cuarzo pequeño en una mesa, me siento, relajo mi cuerpo, fijo mi mirada a la piedra, respiro lenta y profundamente, y no dejo de mirar esa piedra; fijo mi atención, y no pestañeo y ni muevo mi cuerpo. Al principio cinco minutos me van a costar mucho, pero con la práctica le voy sumando siete, ocho, nueve o diez minutos. La mente se va deteniendo poco a poco.
Debo de hacer ejercicios para detener la mente porque el niño no tiene actividad mental. El niño de uno, dos, o tres años de edad, no tiene actividad mental y vive en el presente. Luego nosotros lo vamos motivando para que se ponga a pensar las cosas y entre en actividad mental, y es ahí donde le cortamos las alas, su creatividad, su magia y luz se van apagando poco a poco. Por lo tanto, regresemos nosotros a ese niño interior, poco a poco. Tenemos que llegar a ser un niño maduro, con una sabiduría tremenda que se va a plasmar y manifestar a través nuestro. Las respuestas empiezan a llegar antes inclusive que las preguntas.
Otra práctica importante es la meditación. Cierro los ojos mirando hacia adentro, dejándome ir, dejándome llevar, y claro, pueden aparecer pensamientos e imágenes, pero los voy soltando y no me dejo llevar por esas experiencias. Existen muchas muy llenas de luz, pero debo soltar eso porque inclusive el espíritu está más allá de esas figuras angelicales o demoniacas que se me pueden mostrar en una meditación.
Porque recuerden que el espíritu se encuentra fuera de la dualidad y está más allá del bien y del mal. Por favor, dejemos de luchar.
No luchemos, aceptemos la vida, pongámonos a observar, a detenernos a entender y aprender, porque por algo está ahí todo eso. Es increíble lo que comienza a suceder después en ese actuar sin actuar. El famoso Tao que es sabiduría ancestral y siempre se ha encontrado entre nosotros. Recuperemos toda esa enseñanza antigua tradicional que a fin de cuentas viendo siendo el Carpe Diem.
Ser testigo significa observar el presente continuo y el movimiento sin involucrarse. Es importante comprender y como decíamos recién, el tema de competir, de juzgarnos o juzgar a otras personas, hay que soltarlo. No debemos involucrarlos en ese frenesí que llega a esa forma ideal tan esperada, tan diseñada por ese sistema perverso y tiránico que nos tiene sometidos a todos nosotros. No soy mejor o peor de acuerdo a lo que espera de mí, o lo que el sistema me presione a que yo alcance.
No debo de hacerlo solo en palabras, también tengo que llevarlo a la práctica y promover estas condiciones, este modo de ver que es mucho más sabio. Uno observa y ve muchas de las cosas que se publican en las redes sociales. Algunas son muy espirituales, pero existen otras, donde ponen frases lindas que van acompañadas de fotos o imágenes que nos dicen todo lo contrario. Yo no digo que no hagamos lo que nos gusta. Hagamos lo que nos gusta porque nos va ayudar a crecer, pero no seamos vanidosos y andemos compitiendo con nada ni con nadie, y generemos esas condiciones. Si somos partícipes de todo esto, estamos siendo cómplices de este sistema y terminamos promoviéndolo. Tienes toda la libertad de seguir en el sistema, pero de lo que se trata es de avanzar, madurar y dar ese salto cuántico.
Ya es momento, esta es la nueva era, estos son los tiempos más adecuados en donde debemos poner nuestra atención al fondo y no a la forma. La atención debe estar puesta a lo que esencial y fundamental. Todos nosotros tenemos capacidades innatas de sabiduría, de inteligencia increíbles, pero si nos vemos idiotas es porque elegido ser idiotas. Si somos superficiales es porque hemos elegido serlo y no porque no tengamos la capacidad de manifestar todo eso tan maravilloso y profundo. Esas son las vibraciones que el espíritu quiere que nosotros tengamos y poseíamos, para que él poder acercarse más y se hacerse uno con nuestra alma.
Cuesta trabajo sostener un nivel de vibración elevado.
Les pondré un ejemplo. ¿Han visto la música que comúnmente se escucha? ¿La que podemos nosotros encontrar de forma popular? ¿Qué tipo de música es? Aquí en el norte de Tamaulipas tenemos los géneros musicales de los corridos, el huapango, las rancheras, la banda y el reggaetón. Ese tipo de música es muy popular y pegadiza, y nos lleva a nosotros a divertimos, a gozar y a bailar un montón de cosas. Las canciones románticas son para sufrir y nos encantan. Ese es su nivel de vibración y esa música tiene un nivel de vibración que no va de acuerdo al espíritu.Lo lamento a quienes siguen este tipo de música y que les gustan este tipo de artistas y cantantes. Nos mueve un montón de cosas maravillosas y no estamos criticando eso. Sigamos escuchándolos, pero hay algo que tenemos que admitir… eso no nos acerca al espíritu. Si hay algo que nos acerca el espíritu es eso que a nosotros nos es difícil de sostener.
Por ejemplo disfrutar la música clásica o de la naturaleza. Es algo muy elevado, de lo cual también es un ejercicio que les brindo para que lo practiquen. Deléitense poco a poco con la música de elevada vibración, que está dedicada a las cosas más bellas de la naturaleza y de la divinidad. Podrá no gustarnos del principio, pero si vamos poco a poco dejando de lado todo lo romántico, los corridos, la banda, el rock, el heavy metal; y nos vamos llenando de música elevada, descubriremos sensaciones mágicas que esta música popular jamás nos ha llevado a vivir. Es un ejercicio maravilloso. El sistema no quiere que nos volvamos frecuentes de este tipo de música, porque eleva la vibración, inteligencia, sensibilidad, consciencia y conexión con el espíritu. Detiene tu mente.